Rabia, odio, dolor, pero más aún... desilusión y decepción.
El sueño se atrasa un año, pero no una vida. Estas cosas sirven para no caer cuando sucede, sino para prepararse mejor, y sobrevolar por encima de quienes me pasaron a llevar. Demostrar que yo soy el mejor, y que nadie va a opacar eso por segunda vez.
Esto hubiese ocurrido hace algún tiempo atrás, y me echaría a morir, y a decir que no sirvo para nada... pero hoy sigo un consejo valioso que la vida me dio:
"Ámate, quiérete y respétate a ti mismo, y verás que el mundo te sonreirá."
gracias.